martes, 8 de diciembre de 2009

The funk guanábana en el mercado de San Ángel

¡Ash! ya casi acababa la entrada más importante de hoy y mi compu se averió...¡Chale! Bueno ya estoy para contar que hoy me desperté con ganas de no quedarme en mi casa y salir a dar un rol por la ciudad. Había quedado con unas amigas de ir a estudiar filología --iuuk-- pero decidí no ir. No es que sea mala amiga, es que yo ya pasé esa materia el semestre pasado y no tenía ganas de estudiar de nuevo hoy. Bueno, ya. El chiste es que ya me había decidido a ir a la casa del té en la Roma. Había ido una vez ya pero quise ver bien la ubicación en la maravillosísima guíaroji online porque yo me pierdo hasta en mi propio cantón; la fritez afecta. Luego se me quitaron las ganas de ir a un lugar tan freski, la neta está chido pero pues es ir a interiorismo "condechi" y yo tenía ímpetu como para chacharear. Antes de salir de mi casa subí a la azotea de mi edificio porque antes de salir uno tiene que, ya saben, ps despejar la mente para decidir a donde va uno a ir y tomar un respiro antes de incoporarse a la rudeza de la ciudad. Ya decidido el destino: el merca de San Ángel, bajé y justo antes de que abriera la puerta del edificio la abrió mi vecino desde fuera. Aaahhh qué vecino tengo...mmm, y da la casualidá que nunca he podido saber en qué depa vive. Bueno, salí a caminar sobre Revolución y cuando llegué a Altavista dije: "Chiaaaaa, por fore ya me pasé" pero noup, luego recordé que el mercado está pasaaando Altavista y seguí caminando y caminando y pinche solazo de verano en invierno ¿o seguimos en Otoño?. En el camino recordé que cuando estaba en L.A. no quise comprar The great Gatsby porque estaba igual de caro que en una bookstore que vi en Revolución y hoy que iba pasando por ahí la busqué ¡y ya la habían cerrado!!! pus ya ni pex. Llegando al mercado caminé pa todos lados para ver tooodo y bien; está bien chidito, eh? Hay muchas artesanías y cosas bien bien bien mexican como anafritos como de 10 centímetros de altura y cosas así. Yo salí con tres farolitos pocamadre, un kilo de mandarinas, una bolsita de palma y dos aguacates --soy fan de los tacos de aguacate-- que por cierto, por mensa ni me fijé y que me los dan bien madreados. Con todo y la disposición de salir, que me topo con los puestos de comida y dije: "ps ¿por qué no?" y que me echo un buen munchies de dos quecas: una de flor y otra de papa, y un litrote de agua de guanábana --tha funk guanábana!!!-- y ya amainada la comida me fui caminando hasta el Centro Cultural San Ángel al cual ni entré, solo fui a un bazar que estaba en el patio y ¡saz! que me compro dos pares de aretes que son el guarro style y me salieron rebarabara. Luego caminé hacia la Plaza San Jacinto y no entiendo porqué ahí está rechaca pero está y se ve que los sanangelinos no se bajan de sus mercedes si andan por ai. Después de San Jacinto no sé ni a qué calles llegué pero caminé adentro de San Ángel y vi muchas tiendas con cosas muy monas pero bastante caritas. Ya saben, gustos de ñora "San Ángel" --vaya que el término se puede usar en estos casos-- que decora su casa con artesanías mexicanas de miles de pesos. Mientras caminaba me topé con un lugar que llamó mi atención porque estaba arrinconado justo al lado de un gran restaurante que no dejaba que el lugar se luciera pero me pareció bonito. Tenía dos minimesas de hierro obscuro --o algún otro metal-- en un como balconcito. Miré el letrero de la entrada y era nadamás y nadamenos que: "El rincón del té". ¡¡¡Ujúuuuu!!! está cerquita de mi chan y se ve bastante tranqui, de modo que no tengo que ir hasta la Roma para tomar una teterita. Tienen una buena carta. Lo malo fueron las meseras, o sea, me trataron bien chido pero eran dos morras como de 18 años ahí arranadas en una mesa mientras criticaban a todas las chicas de su prepa y hablaban del buen fashion, ppfff ¡qué hueva! bueno, cada quien sus cosas pero no me dejaban escribir ni leer así que me enchufé el NetMD -- no tengo ipottt-- y la canción que cayó fue "Money" de Pink Floyd y siguió King Crimson, escribí un poco mientras me tomaba una tisana de guayaba que estaba anunciada en la carta como "mexicanísima", taba buena si se le consideraba tisana pero era un ponche muy mediocre, jajaja o tal vez es porque no me gustan las infusiones jajajaja. OOOOsh y todo salió de que se me antojó un té.

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