lunes, 21 de diciembre de 2009

Viaje a los 90, viaje a la infancia

Fui a la Colonia Bondojito porque mi hermano estaba encargado de hacer los aguinaldos para su trabajo y quería que lo acompañara a comprar dulces porque soy toda una especialista.
   La Bondojito es el paraíso perdido en la Gustavo A. Madero. Hay muchísimas dulcerías pero lo mejor es que no venden dulces cualquiera, no, venden dulces de nuestra infancia; dulces de la fresquísima década de los noventa. Ir a esas dulcerías es como viajar en el tiempo, en todas había música noventera: recuerdo haber escuchado Maná y dance noventero noventero.
    Según yo, no iba a comprar nada pero fui débil ante los Burbusodas, los Tinlarines, unos dulcecitos que vienen como en cartoncitos de leche y que son de varios sabores frutales --se llaman jugos de sabores-- y unas pistolitas de pastillas del estilo de las Aciditas León. Me costó un trabajal decidir porque había de todo: Pachicletas, Palelocas, Yemitas, Ollitas, Chipiletas, Salim, Chilim, Kipi churritos, Selz soda, Pelones... de TODO.
    Mi hermano y yo siempre hemos sido unos adictotes a los dulces. Recuerdo que hace no tanto tiempo, era imposible sentarse en los sillones de mi casa porque estaban todos llenos de éstos. Somos tan adictos y tan infantiles que mi mamá nos sigue regalando nuestra dotación dulcera de día del niño, aunque los dos andamos en los veintitantos.
    El sábado que fui a la Bondojiuston, como le llaman los lugareños, mi cuñada estaba muerta de risa porque mi hermano y yo estábamos como locos cada vez que hacíamos hallazgos de buenos dulces que no se encuentran ya en cualquier tienda.
    Pensamos que íbamos de entrada por salida y cuál; ni llegamos a comer con mis papás de tanto tiempo que invertimos en la investigacion dulcífera de modo que fuimos a hacer el munchies ahí mismo en la Bondojiuston a un lugar llamado "¡Ay Carbón!", que se encuentra en la calle Norte 72. Venden tacos al carbón con una carne de muy güena calidá. Yo pedí unos de bistec y los atascaron de queso justo como me gusta. Si algún día andan por la Bondojiuston porque se les antojaron los dulces y los tacos, ya saben en donde comer.



Los encontramos en la edición noventera que ya es "retro", chiaaa...


 
No, no es la casa de los chinos que hacen metanfetaminas...


...sólo son billetitos de $4.90


 Bien ricos los tacos, me cae.


Yo siempre he dicho que Superman es rejoto.

3 comentarios:

  1. Uno de los primeros lugares que visité al salir del hospital fueron esas dulcerías. Son lo mejor. Hace poco fue mi má para comprar cosas para las posadas y armó unos Kipi bofitos, Cerecitas y Pistolitas: yum!

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  2. Los Kipi bofitos no son buenos. Los Kipi churritos sí son la ondita.

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  3. ¡Abusada! El dulce se vende no se regala.

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